Descubriendo mi nuevo camino

Hola amigos,

Para los que me conocen y los que no, mi nombre es Daniela. Y la verdad, no vengo acá para describirme. Quisiera que sea algo que vayan descubriendo de a poco con mis escritos de este nuevo proyecto que finalmente estoy decidiendo hacer público. 

Han habido dos momentos claves para empezar con esto, sin embargo, han sido millones las señales que me han indicado que este es uno de los caminos por donde ahora debo continuar. Les cuento….

El año pasado, 2019, realicé un viaje de 3 meses a Europa. Era mi segunda visita al viejo continente, y aunque en esta ocasión el motivo que generó mi viaje eran estudios, eso no impedía ni disminuía mis ganas de explorar y seguir conociendo cuando el tiempo me lo permitiera.

Toda la vida, desde que tengo memoria, los viajes han generado un efecto particular en mi ser. En ellos encuentro miles de cosas, sensaciones y reflexiones, mas allá de nuevos lugares y personas. El andar para mi ha significado reencontrarme con mi alma y crecer culturalmente, ha definido gran parte de lo que hoy creo me hace como ser humano. Cuando viajo lo hago como la aventura lo presente, si es en barco, si es en bus, si es en avión, si es en tren, si es en carro, si es caminando o si es de cualquier otra manera, lo hago. He aprendido a no limitarme por la forma como se presenten los medios y a ir más allá de lo que ya se o tengo a simple vista. Viajo con el corazón abierto, entendiendo y respetando que todos somos diferentes y con esos principios siempre presentes, encuentro lo lindo de cada lugar, de cada persona, de cada situación. 

Esto lo aplico para todo en mi vida.

Empecé a escribir durante cada viaje. Llevo siempre conmigo mi bitácora viajera y que en excepciones pueden simplemente ser las notas de mi celular. Ahí escribo muchos detalles de cada cosa me va aconteciendo, buenas y difíciles. A veces no son sólo historias, de vez en cuando la inspiración me lleva a convertirlo en cuentos, otras veces, en poemas. Todo empezó ahí, pero la verdad es que se ha convertido en mi diario vivir, una extensión de mi ser. Encontré en las letras la afinidad que todo el mundo necesita para expresarse y liberar energías. Mi arte. 

El 7 de agosto de 2019 me encontraba en Atenas, Grecia. Me había encontrado por unos días con mi hermana y su novio, quienes estaban dándole la vuelta al mundo. Ese día, era miércoles, el día que ellos se tomaban libre para conocer las ciudades que iban pisando. Yo estaba feliz porque en mi país era día feriado. Yo seguía empleada con la empresa donde laboraba en Colombia y estaba trabajando a distancia mientras estudiaba. Realmente sólo “paseaba” fines de semana y feriados. Pero en esta ocasión, al ser día festivo en Colombia yo también lo tenía libre, así que salí a conocer la mágica Atenas con mis compañeros del momento. En la ciudad hay un pase donde por 25 euros tienes entrada a muchos de los importantes monumentos, nosotros llegamos a la Libería de Adriano y compramos nuestra entrada. Había sido un día sensacional conociendo muchos lugares históricos hasta que llegamos a la Acrópolis. Cuando entré ahí y tuve al frente al majestuoso Partenón, tuve uno de los momentos más sublimes de mi vida donde experimenté sensaciones que me dejaron sin habla y sólo las lágrimas se expresaban por mi. Luego de este instante, de esa experiencia, a mi mente llegó el pensamiento de que todo lo que quiero hacer, si me lo creo, lo creo. Y fue ahí donde sonó la primera gran alarma de que esto tenía que existir.

  Volví a Colombia finalizando el mes de Septiembre reintegrándome a la rutina de trabajar en horario laboral desde un mismo puesto de trabajo. En esta organización si hay algo que muy valioso me llevo es el haber conocido cada ser que está allí. Las personas con quien compartía mi día a día hacían un poco mas fácil mi adaptación al retornar. Sin embargo, fue un momento complicado para la empresa que llevó a que se hicieran reestructuraciones y muchas responsabilidades nuevas me fueran asignadas. Con el pasar de los meses esto no cambió, por el contrario iba en aumento y el tiempo que quedaba para mi terminaba siendo muy poco. Trabajaba prácticamente sin horario, los fines de semana y hasta tarde en la noche cualquier día, esto me tenía emocionalmente alterada. En medio de la pandemia actual la compañía tomó decisiones con las cuales no estuve de acuerdo y que me afectaban directamente. Ahí sonó nuevamente la segunda gran alarma que me indicaba que era hora de no seguir aplazándolo. Finalmente, con el apoyo de toda mi familia, decidí terminar ese ciclo en tan maravilloso lugar que me había traído las mejores enseñanzas a nivel personal y profesional. 

Desde que volví de Europa empecé a crear este rinconcito personal. Postergando siempre la fecha en que lo iba a publicar. Pero “coincidencialmente” hoy (7 de agosto 2020) después de un año llegó el día en que les abro mi corazón, mis pensamientos y mis sentimientos a través  de internet. 

Con este primer proyecto tengo muchos planes e ideas en mente que espero ir desarrollando de a poco y que irán descubriendo conmigo todos los que me acompañen en este caminar. Para comenzar, los invito a recorrer la página y echar una ojeada a todo lo que ya está disponible. Publicaré semanalmente mis escritos, nuevos y del “baúl” en alguna de las secciones del blog: “De la Vida” y “Viajes”. En esta última ya pueden encontrar la primera historia. Hagan click aquí para ir a leerla.

¡Gracias a todos los que llegaron a leer hasta acá y gracias a todos los que me apoyan y creen que esto también es una nueva realidad para mi!

Los invito a visitar mi Instagram y conocer la historia de cuando estuve en el Partenón para que entiendan a detalle lo que sucedió aquel miércoles.

Ahora quiero leerlos a ustedes, ¿qué opinan? ¿Sobre qué quieren leer y que les escriba? ¡Este espacio es de y para todos!!

Con amor, 

Daniela