No seamos nuestro propio hater

¿Cuántas veces hemos pensado que no somos capaces de hacer algo sin antes intentarlo?

Hace un par de días después de una conversación familiar me quedé pensando una vez más, que definitivamente nuestra mente puede llegar a ser nuestro más grande aliado o, en su defecto, nuestro peor enemigo.

Desde que he decidido vivir de una manera un poco más consciente y no tan automática, he hecho varias veces algunos análisis de mi recorrido. He notado que siempre que me propongo algún objetivo que verdaderamente anhelo desde adentro, no hay nadie que pueda contra mi y me saque aquello de la cabeza. Cuando esto ha sucedido me doy porras internas, y aunque no siempre sea fácil, lo practico y lo intento hasta que finalmente lo logro. En muchas ocasiones, mi sueño ya se vuelve realidad y yo todavía no me he dado cuenta cómo pasó, pero al final, la satisfacción que deja cada experiencia es permanente y se mantiene viva en cada uno de mis días.

De la misma manera como me he planteado metas y las he logrado, han habido muchas que no han sido así. ¿Será porque en el camino las he visto difíciles? No lo sabía, pero después de la charla que tuve aquel día llegué a la conclusión que muy probablemente ha sido porque no he confiado en mi misma y no me he dado la tarea de trabajar un poco más fuerte en ello para lograrlo. Evito la frustración y para tal, simplemente me retiro de continuar intentándolo.

Está claro para mi que la teoría de los diferentes tipos de inteligencia es real, sin embargo, desde mi punto de vista eso no limita que no podamos dedicarnos y estudiar para lograr ser buenos en cualquier otro ámbito. Opino firmemente que todos los seres humanos somos capaces de desarrollar y hacer cualquier cosa en la vida. Esa creencia la siento más fuerte cuando lo que vamos a llevar a cabo es algo que realmente deseamos.

Ahora, ¿a qué va eso de que no seamos nuestro propio hater? "hater", para quienes no sepan, es el término que se le da en el mundo de las redes sociales a aquellos usuarios que aborrecen, critican destructivamente y dan mensajes de odio a otros navegantes. Esos que finalmente son personas, gente con sentimientos como tú, como yo, o como cualquier otro que tengamos a nuestro alrededor. Entonces, ¿Cómo es eso de que no lo seamos para nosotros mismos? Pues si, es así tal cual. ¿Cuántas veces fuiste tú solo quien se lanzó sentimientos de incredulidad hacia tus capacidades y por tal no realizaste eso que añorabas? Siempre tenemos haters, y no sólo para lo que respecta nuestro trabajo, sino también, por ejemplo, para nuestro físico o condiciones laborales y económicas, pero lo importante aquí, para mi, es que no se trata de lo que los demás piensen si eres bueno o no; lo que realmente interesa es lo que tú creas de ti, la confianza que te tengas y que no sea que con tus propios pensamientos te limites a hacer aquello que quieres y te hace feliz.

Nadie en el mundo nació sabiendo, todos vinimos a este planeta a aprender, algunos unas lecciones, otros otras; pero al final de cuentas, todos estamos en el mismo proceso de aprendizaje en el cual entenderlo es nuestro mejor aliado para no truncar nuestra evolución y nuestros sueños. Somos quienes nos tenemos que hacer fanáticos de nosotros mismos. Ser nuestro hincha número uno para que aunque caigamos, continuemos en la marcha hasta obtener los resultados anhelados.

¿Qué opinas de esto?

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Con amor,

Daniela