¿Qué tanto crees en las casualidades?
- Daniela Roa
- 10 dic 2020
- 3 Min. de lectura
Cuando vives alguna experiencia que se muestra como coincidencia, ¿sueles pensar que es casual o causal?
El fin de semana pasado tuve la maravillosa oportunidad de salir con mi familia completa. Eso incluye no sólo papás y hermanas, sino tíos, primos y adjuntos (mis cuñaditos preciosos). En medio de una conversación que mantenía con mi prima Ingrid, llegamos al tema de las casualidades; yo supe enseguida que de eso escribiría esta semana en el blog.
En muchas ocasiones nos topamos con seres, momentos y oportunidades que creemos que han llegado a nuestra vida de manera fortuita. ¿A quién no le ha pasado estar pensando en alguien y que después, o enseguida, esa persona te llame?, o por ejemplo, que estuvieras a punto de tomar una decisión importante y que en simultáneo algo ocurra y te haga dejar al lado cualquier duda que pudieras tener para aquella determinación. Creo que a todos en algún punto nos ha sucedido algo por el estilo, y yo de verdad, solía pensar que era toda una suerte de la vida.
Con el tiempo fui aprendiendo de muchos temas, y hoy en día cada vez que ocurren ese tipo de hechos, lo menos que pienso es que han sido casualidades.
Creo en gran parte en aquello que dice el dicho popular:"si es pa' uno, le guardan". Siento que todo lo que llega a nuestra vida tiene una causa, un objetivo y muy posiblemente una consecuencia. Lo que nos sucede no es más que el resultado de nuestras acciones y pensamientos. Como seres energéticos atraemos o repelemos frecuencias, y eso es lo que se nos muestra y materializa. Las casualidades, para mi, son más "causalidades", porque aunque lleguen a tu vida "sin esperarlo", cargan consigo la fuerza de lo que deseaste (tal vez inconscientemente) logrando probablemente después tener un significado muy importante para ti. Pueden ser la causa que te lleve a hacer cosas nunca antes pensadas.
Esa mirada de casualidad o causalidad, por su puesto, siempre va a depender de la subjetividad de quien viva el asunto. Puede que se te presenten muchas situaciones parecidas y que al final no te des cuenta de la relación que existe entre ellas, o como otros (entre esos yo), estar atento de las sincronías de cada momento notando que lo presentado fue por una causa y que a lo mejor, puede que atiendan y respondan algún plan divino pactado por nuestra alma previo a venir a la tierra.
Hace dos años y medio mi perro murió. Estaba viejito y sufrió una enfermedad sus últimos días. No podía moverse ni ladrar, pero sus ojos me hablaban todo lo que quería decirme. Yo estaba aferrada a él, quería que se recuperara y que siguiera con nosotros por más tiempo. Notaba en su mirada su lucha para continuar acompañándonos.
En su último día con nosotros (yo sin saberlo) le cambiaron el catéter que tenía puesto en una de sus patas. Después de muchas jornadas sin generar sonido y no moverse, vi esa noche cómo se quejaba y temblaba por el dolor que eso le estaba causando. En aquel momento se me partió el corazón, sólo pude mirarlo a los ojos y agradecerle por todo lo que nos había brindado en tantos años, le dije que podía descansar y que lo iba a extrañar. Al ser las 9 de la noche, me fui a mi casa pues la veterinaria estaba por cerrar. A la mañana siguiente, 4 de junio, me levanté con la noticia que había muerto a media noche. Fue un momento desgarrador para mi, pero aún creo firmemente que su partida justo después de nuestra pequeña gran conversación no fue casual, y por el contrario, fue la causa que permitió que su alma se liberara de aquel cuerpo que ocupaba.
A los pocos días de su partida, era un mediodía y mi hermana Andrea me llamó gritando de repente, "Danii te buscaaaan. Ven rápido al patio". Al salir encontré un colibrí posado en el piso tomando el sol, creímos por un instante que estaba herido porque eso es algo muy extraño. De repente el ave se alzó y voló; se sostuvo en frente nuestro mirándonos a los ojos y se marchó. Entendimos en nuestro corazón que había sido Bam Bam que nos había visitado para mostrarnos lo bien que ahora se encontraba. ¿Casual? Sé que estoy un poco "loca", pero con tantas sincronías no creo que en el mundo haya ese tipo de coincidencias.
Tu, ¿qué tan casual o causal crees que es todo lo que nos rodea?
Con amor,
Daniela

🥰🐶 el bambuchi siempre vivirá en nuestros corazones. Yo coincido contigo, no creo en las coincidencias sino en las “Diosidencias”. Y ese colibrí fue una de esas Diosidencias perfectamente elaboradas para crear un momento inolvidable y entregar un mensaje de amor y calma en tu corazón ♥️ aún recuerdo cuando mi mamá me llamó a ver el colibrí en el piso del patio y cómo inexplicablemente te llamé inmediatamente y te dije que era para ti. Ni lo pensé, sólo pasó.
Llore. No dé dolor . De agradecimiento por mi nieto , por su papá y de amor por ti. Seres tan llenos de amor como ban ban y can can.
Dani, se me arrugó el corazón y los ojos se mojaron leyendo tu historia, pero es así...Bambam nos visitó en el cuerpo de Colibrí, yo que fui quien lo vio en el suelo tal como se ponía Bambam y me miraba a los ojos tal como lo hacía el, fue una sensación tan hermosa y luego se levantó del suelo, nos miro y voló...que belleza de experiencia!