"¿Y estás en clase esos días? Si puedes faltar te vienes con nosotros..."- Parte 2

¡Hola amigos!

Como les conté en mi historia anterior, para octubre de 2013, mi padrino y su esposa visitaron Argentina, país donde yo vivía en ese entonces. En esa pasada de ellos por ahí recorrimos algunas localidades famosas turisticamente hablando. Previamente les conté de las cataratas el Iguazú, así que hoy traigo un poco del frío polar de la provincia de Santa Cruz en la patagonia con sus paisajes de nieve y glaciares.

Aunque esta sea la parte 2 aquí en el blog, la realidad es que ese viaje fue una semana antes de visitar las maravillosas cataratas.

Viajamos desde Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires un miércoles en la tarde. El vuelo duró alrededor de tres horas y un cuarto para aterrizar en el pequeño aeropuerto de El Calafate a las 16hs. En esa época el hemisferio sur se encuentra en primavera, una estación de transición que tiene mucha amplitud térmica y es cuando los días en esa parte del planeta se comienzan a hacer más largos con pocas horas de noche. Habían 8ºC y el sol se encontraba afuera como si fuese mediodía. Nos trasladamos hacia el hotel con el transporte que habíamos contratado para dejar nuestro equipaje, comer y dirigirnos al Glaciarium, museo del hielo patagonico, en donde al final de su recorrido hay un bar de hielo y haríamos la debida parada para tomarnos alguna cosa.

El Glaciarium es un sitio imperdible si quieres conocer a profundidad sobre la formación de los hielos patagonicos. Tiene dos pabellones totalmente ambientados con sonidos e imágenes para despertarte el interés de cada una de las maravillas de esa zona argentina. Se te muestra e instruye sobre cada uno de los glaciares como el Upsala, Perito Moreno, y para mi lo más importante, nos deja en alerta sobre la realidad que estamos afrontando con el cambio climático y cómo afecta el deshielo en el calentamiento de todo el planeta.

Para finalizar el recorrido por el lugar descendimos al subsuelo para ingresar el glaciobar, con paredes, vasos, sillas, barra, muebles y decoración de hielo. El sitio está a una temperatura de -10ºC y por media hora tienes bebidas libres para disfrutar del ambiente. Al entrar te colocas protección térmica que a la salida vuelves a dejar ahí.

Salimos del Glaciarium alrededor de las ocho de la tarde, porque si, era de tarde todavía. El cielo estaba aún azul y el sol presente en el horizonte iluminando nuestro día, por lo que decidimos conocer el pueblo caminando y terminar nuestro recorrido tomando una exquisita cena con comida y vinos típicos hasta anochecer alrededor de las 10:30 pm.

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En la mañana siguiente a las 7:00am y con menos de 2ºC, pasó a buscarnos un bus con nuestro guía turístico y un amplio grupo de personas que se encontraban en la zona también de visita y dispuestos a conocer el Glaciar Perito Moreno en el Parque Nacional Los Glaciares.

Después de un recorrido de 40 minutos donde la guía nos daba información de la región, desde la historia hasta su vegetación, llegamos al parque. El primer consejo que nos dieron fue que al bajar del transporte debíamos colocarnos gafas de sol para protegernos la vista, pues el su reflejo en el blanco hielo podían darnos la sensación de no poder abrir los ojos y quedarnos ciegos. Yo bajé con mis lentes puestos para tener la primera vista del glaciar a lo lejos, sin embargo, como buena inquieta no pude evitar quitarmelos para experimentar qué se sentía y efectivamente fui invidente por unos minutos por la gran cantidad de luz que entraba en mis ojos. Abajo les dejo fotos (jaja)

Volvimos a subir al bus, esta vez ya para acercarnos a las pasarelas por las que todo el día estaríamos caminando para ver desde diferentes perspectivas el Perito Moreno. Este glaciar es especial porque en los últimos años había sido el único que no estaba en retroceso, es decir, aún con el aumento de la temperatura del planeta que ha causado deshielo, él no había disminuido su tamaño. Así como se deshielaba por un lado, por el otro se seguía formando más masa glaciar. El enorme hielo no aumentaba su tamaño tampoco, sólo se mantenía; pero ya eso lo hacía especial pues desde hace varios años todos los glaciares estaban sólo derritiéndose y haciéndose cada vez más pequeños.

El parque cuenta con tres circuitos para conocer el glaciar, el lago y el bosque donde se encuentra. Los recorrimos cada uno apreciando su belleza y sacando fotos para el recuerdo. En el lugar se siente un enorme silencio a excepción de los momentos únicos en que el hielo truena por algún desprendimiento o trozo cayendo. En ese instante el tiempo se detiene y lo único que puedes escuchar y sentir es al glaciar diciendo: "Aquí estoy".

Es algo majestuoso. Son más de 200 Km cuadrados y 60 metros de altura de nieve que está toda compactada al frente tuyo y se pierde en el horizonte sin lograr ver su fin. No puedes dejar de observarlo ni tampoco al azul agua del lago argentino donde terminamos nuestro recorrido del día, que no es nada cristalina pero toma su tonalidad debido a un liquido que sueltan los glaciares al unirse y es denominado "leche glaciaria".

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Al día siguiente nos levantamos para hacer una nueva excursión. En esta ocasión visitaríamos la zona de El Chaltén, otra localidad de la provincia de Santa Cruz, para caminar algunos senderos que parten desde allí y nos darían vistas excepcionales del Monte Fitz Roy. Una de las montañas más famosas de la Patagonia y que en el mundo deportivo se ha vuelto un reto para los escaladores por sus características físicas y del ambiente. Desde El Calafate son tres horas para llegar al destino, haciendo una parada en el chorrillo, una pequeña caída de agua, para posteriormente realizar una caminata en subida, aunque no complicada, por una hora; para llegar a la Laguna De Los Tres donde tendríamos la vista, tomaríamos nuestro refrigerio de almuerzo y disfrutaríamos un rato de los regalos de la naturaleza.

Desde que vas y vienes pasa todo el día, pero lo mejor de todo acontece cuando te permites consumir por la energía patagonica que hace que se te olvide la hora y simplemente vivas el momento en el que te encuentras. Sus arboles renaciendo de la primavera, la nieve que no se va aunque la temperatura aumente, y esa misma que aunque "ya está caliente" sigue helando y hace que te quieras refugiar hasta lo más profundo de tu abrigo dejando ver tan sólo tus ojos al público. El sonido de los pasos por la hojas caídas, los animales que rápidamente pasan al frente tuyo pero no se ven y tu mismo suspiro ahogándote por el estado físico en el que te encuentras. Pueblos de menos de 25.000 habitantes con construcciones de madera donde su gente te recibe con cariño y te dan la sensación de hogar y no querer marcharte jamás.

Volvimos a nuestro hospedaje en la noche para descansar y probar las más deliciosas aceitunas negras que me haya comido alguna vez.

En nuestro último día regresamos al Glaciar Perito Moreno. En esta nueva oportunidad para pasear y realizar un tour sobre él. Todo esto se hace con un equipo especial que amarras a tus zapatos y no te deja caer o resbalarte sobre el hielo. La excursión es divertida y te afronta (por lo menos a mi sí) a los miedos de alturas y abismos ya que sobre el glaciar encontrarás pequeñas lagunitas y huecos de aire. Yo tenía temor, pero lo superé sin problema al punto que pude terminar la actividad tomando un vaso de Whiskey con hielo glaciar jaja...

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El sur es especial, guarda un aura mística silenciosa pero a la vez poderosa que te recarga y llena de su energía. ¿Te gustaría visitarlo alguna vez? Yo todavía tengo en mi lista muchos sitios: Tierra del fuego, Bariloche, San Martin de Los Andes, Chubut.... ¡Creo que me toca vivir de nuevo en Argentina para poder recorrerlos todos!!

Déjenme sus comentarios iniciando sesión y cuéntenme si les gustó la historia, si han estado en algún sitio que les haya hecho experimentar sensaciones parecidas o si ya conocen este lugar y qué legado les dejó. A mi, que debemos amar y cuidar nuestro planeta.

¡Los leo!

Con amor,

Daniela