Las memorias: recuerdos del camino.
- Daniela Roa
- 19 nov 2020
- 4 Min. de lectura
Quienes me conocen saben que soy amante de las fotos. Pero ojo, no de fotografiar, sino de la foto en sí. Me encanta verlas y recordar los instantes vividos.
Si no son mías, imagino lo que es el lugar, y a veces, lo que estaba aconteciendo en ese momento.
¿Tu sientes algo especial hacia las fotos?
En los pasados días me encontraba revisando el álbum de la temporada larga cuando estuve en Estados Unidos. En silencio mientras veía las imágenes me llené de nostalgia, fue una época muy importante para la historia de la vida mía por todo el crecimiento personal que surgió a raíz de aquella decisión.
Cuando me fui tenía 23 años. Ya había vivido afuera de mi país, por lo que estar lejos de casa no era nuevo y no me daba demasiado temor. No obstante, me arriesgaba a cosas que tal vez eran distintas a todo lo que parecía, aún así, mi alma y las señales me impulsaban a tener que ir y experimentar aquello en ese momento.
Aunque esa no es la historia que a profundidad deseo contar ahora, la traigo para el contexto de lo que en realidad quiero escribir. Mi experiencia allá fue muy fuerte emocionalmente. Pasé de la parte alta de la montaña rusa, siendo la más feliz; al pozo más profundo en el que alguna vez haya estado, con depresión absoluta. Conocí lugares únicos e inigualables, compartí con personas extraordinarias que reconfortaron mucho mi alma y que al mismo tiempo hicieron enfrentarme constantemente a mis más profundos miedos. Fue un momento de mi vida en que cada experiencia me llevaba muy a la fuerza y llena de dolor (físico y mental) a mirar dentro de mi, para que después de un proceso muy largo, reconociera todo el poder de adentro, para sacarlo, trascender y seguir adelante.
Cuando miraba cada uno de los retratos, volvían a mis las memorias de instantes muy específicos pasados. Sentía mi corazón latir fuerte por esos recuerdos pensando, "¿qué sería de tantas cosas si las hubiese asimilado diferente?", mientras tenía la sensación de cuan rápido o lento pasa el tiempo según lo miremos. El mismo que resulta ser tan relativo e inexistente pero necesario en esta vida donde casi todo pareciera tener que ser de a poco.
Con los pensamientos que tenía llegué a la pregunta final (o inicial) ¿qué es vivir?... Entonces concluí que la frase "esto es vida" refiriéndonos sólo a los momentos bellos y de placer, puede que esté incompleta.
Imagino que tal vez en algún punto de nuestra infinita existencia, donde reconozcamos que todos somos uno con nuestra fuente creadora y no estamos separados de ella, sólo las cosas bellas nos acompañen. Sin embargo, considero que en esta vida en la tierra en la cual venimos a elevar nuestro nivel de consciencia, vivir no sólo implica lo "lindo", sino también lo"feo". ¿Por qué entre comillas?, porque, ¿Qué es lindo y qué es feo? Tampoco existe, como el tiempo. Al final comprendo que todo son sólo experiencias que nos marcan según la forma como cada quien las decida tomar para poder hacer los aprendizajes y seguir nuestro proceso evolutivo...
A pesar de ello, para no enredarlos y seguir en la línea de la idea inicial, percibo que vivir significa también pasar por momentos que pueden resultar laboriosos para cada quien. Es ahogarse o asfixiarse para después volver a respirar mucho mejor, es marchitarse para florecer, es morir para renacer; es sentir el dolor para reconocer que hay algo mejor en lo que queremos estar y permanecer y por lo tanto trabajaremos para llegar a ello.
Los momentos agotadores y complicados se nos presentan a todos. Por ejemplo, a mi me gusta escribir aquí sobre todo lo bueno que alguna vez haya vivido, pero eso no quiere decir que no he pasado por momentos dificultosos, laboriosos, tristes o de sentirme mal en un grado muy alto. Aquí me expreso para pasarla bien y para que ustedes también lo hagan. No intento ocultar cualquier parte de mi vida que no sea o haya sido áspera, pero simplemente quiero que sea un rincón de paz y reflexión. Cualquier comodidad y bienestar, así como dificultad, aprieto u obstáculo por las que unas u otras personas se hallen, no impiden a nadie sentirse afligido y abatido. Cada quien vive su aprendizaje propio según las situaciones que le "toquen", después de haberlas elegido (imposible y difícil de reconocer para algunos), para continuar creciendo.
Pienso que esta experiencia la tenemos para disfrutar y apreciar lo bello en cada instante. Aquí se nos presentan situaciones que las podemos percibir como opuestas a lo bueno para reconocer finalmente que sin ellas no estuviéramos donde estamos y no hubiésemos crecido como lo hemos hecho.
Las memorias me llevaron a considerar lo necesario que es siempre recordar nuestro camino, no olvidar nuestra historia y reconocer los pasos que hemos dado; de dónde venimos y lo que hemos vivido, para poder valorar y estar agradecidos por cada paraíso disfrutado y cada batalla enfrentada. Tener siempre presente aquello para no repetirlo y que si se nos vuelve a aparecer, ya tengamos la consciencia que nos va a permitir afrontarlo distinto y seguir adelante en nuestro recorrido.
Desde el día que comencé a ver lo que viene y, recordar lo vivido, como el aprendizaje que cada quien había elegido, soy un poquito más feliz.
Con amor,
Daniela
Dani no había leído está. Es hermosísima.y definitivamente llena de sabiduría.
Excelente chévere porque relatas cada detalle más importante sin dejar a un lado los sentimientos, no siempre es alegría en cada viaje siempre entra la nostalgia por no estar con alguien, o simplemente extrañas regresar
Gracias Dani!
Me encanta la sabiduría y profundidad que le imprimes a tus historias, de eso se trata la vida, de compartir nuestras experiencias, nuestros sentimientos y percepciones...en fin nuestra esencia! ILY😍