Llegando y Recorriendo Buenos Aires por Primera Vez
- Daniela Roa
- 3 sept 2020
- 8 Min. de lectura
Cuando llegue a CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) en 2011 tenía 17 años, era finales de enero, verano, y hacía muchísimo calor. Llegaba de Colombia con toda la ansiedad y ganas de comerme la ciudad y el país completo (de hecho así fue jaja) pero de igual manera guardaba el respeto que de por si ya trae estar en una ciudad que no se conoce.
Recuerdo llegar al aeropuerto de Ezeiza y luego de hacer todo el proceso de migración, salir al parqueadero donde vería por primera vez los taxis negros con amarillo. Eran tan diferentes a lo que siempre había visto que me sentí confundida y me costó identificar que eran simples taxis y no se trataba de otro servicio de transporte especial. Subí a uno de ellos. Sería el auto que me llevaría a Godoy Cruz al 2900, entre Av. Cerviño y Juncal, en el barrio de Palermo. En este apartamento iba a vivir durante el primer mes.
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-Vista saliendo del Aeropuerto y desde el balcón de mi casa
Mientras el transporte se movía yo simplemente miraba por la ventana. En ese momento aún me encontraba con Abraham, estábamos juntos uno al lado del otro en la parte trasera del automóvil, los dos veíamos hacía fuera, cada uno en su ventana, pero ninguno mencionaba palabra alguna. De repente vi que la carretera por donde andábamos se hacía muy amplia, estaba realmente impresionada. Estábamos a punto de llegar al peaje y eran muchísimos los carriles que empezaban a verse, cada uno con su caseta de cobro. Intenté contar cuantas eran, pero el tiempo fue muy corto y no alcancé. Luego me dio vergüenza voltear para seguir contando por el vidrio trasero. Continué el viaje hasta mi nuevo hogar.
Al llegar al departamento estaban 2 personas, ninguna verdaderamente conocida para mi ni para Abraham, más que por referencias. Eran 2 colombianos costeños también, Joe y Silvana, ellos habían llegado a la ciudad una semana antes. No conocían mucho tampoco, pero si más que nosotros. Estaban por salir hacía el centro a gestionar y buscar ciertos papeles que tenían que presentar para el trámite de su residencia. Nos dijeron que entendían que debíamos estar cansados luego del largo viaje pero que aún así si queríamos ir con ellos para conocer la ciudad un poco podíamos acompañarlos.
Abraham y yo dejamos nuestro equipaje en lo que fue nuestro cuarto, fuimos al baño 5 minutos cada uno y estuvimos listos para por primera vez recorrer a pie la ciudad de la furia.
Desde la puerta del edificio caminamos 3 cuadras hasta Av. Santa Fe. Doblamos a la derecha para entrar al Subte línea D en la estación "Palermo"(1) en dirección a la estación 9 de Julio. Yo veía todo oscuro. Sentía que si no me salía una rata, me atracaban. Pero bueno, no fue así y nunca lo fue. Pude enseguida darme cuenta que el transporte en la ciudad era muy eficiente, por lo menos para el estándar que estaba acostumbrada a vivir en Barranquilla.
Llegamos a la estación 9 de Julio, bajamos del tren y preguntamos a unos policías por la estación "Piedras", estos nos indicaron que teníamos que realizar combinación con la línea C en dirección a " Constitución" y luego con la línea A en dirección a "Plaza de Mayo". Así hicimos y finalmente salimos del Subte.
Estábamos muy sudados pues realmente estaba caliente el clima, eran alrededor de las 10:30 am pero yo en ese momento no podía creer lo que veían mis ojos, el calor pasaba a un segundo plano. Eran todas las clases de historia del arte que había tenido en el colegio juntas al frente mío. La arquitectura de esa calle me había dejado perpleja. Estaba en la gran Avenida de Mayo. Una de las calles mas icónicas y representativas de CABA. Verdaderamente en ese instante, y por mucho tiempo mas, sólo caminaba sin saber dónde estaba parada. Con el tiempo fui aprendiendo el nombre de las calles y a ubicarme en la ciudad.
Luego de caminar por un par de horas volvimos a casa haciendo la misma travesía que hicimos de ida, pero en sentido contrario, y nos dispusimos a descansar.
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-Ubicación desde casa (punto verde a la izquierda) hasta piedras (punto amarillo a la derecha)
-Parte superior de los edificios de alguna esquina en Avenida de Mayo
Pasaron 2 días hasta que volvimos a salir. Esta vez con la gran señora Sara, dispuesta a darnos el tour "completo" por la ciudad. Ella, con alrededor de 60 años, estatura media y rubia; era una Argentina de la provincia de Santa Fé conocida de mis roomies que además estaba alojando en su casa al hermano de una amiga mía del colegio que también estaba llegando a Buenos Aires para estudiar.
Aparecieron por nosotros alrededor de las 3 de la tarde y empezamos a caminar: La Sra. Sara, Abraham, Jorge (el hermano de mi amiga) y yo. Nuevamente tomamos el Subte hacía el centro de la ciudad. Esta vez nos bajamos en la estación Catedral (2)y comenzamos realmente lo que fue una de las excursiones más largas que tuve por Buenos Aires.
La Sra. Sara era una persona extrovertida y aventurera, cuando estuvo joven recorrió muchos países y tenía la fiel creencia que la mejor manera de conocer cualquier ciudad es caminándola, perdiéndote a propósito entre sus calles para así encontrar la esencia de donde te encuentras. Así que en definitiva eso hizo con nosotros y hoy en día cada vez que yo viajo hago lo mismo gracias a ella.
El recorrido inició en forma en la gran Plaza de Mayo(2). Alrededor teníamos, entre los edificios mas importantes; el Cabildo, la Catedral, la Casa Rosada. Nuestra guía nos contó un poco de historia del primero, visitamos y nos maravillamos con los pisos en mosaico de la segunda y nos dejó saber que durante los fines de semana era posible el recorrido de la tercera totalmente gratis. De ahí nos fuimos derecho andando por toda Av. de Mayo, de inmediato identifiqué que estaba donde había estado el primer día. No podía dejar de mirar los edificios hacia arriba. Sara nos contaba historias de la ciudad y nos hacía entrar a todas las tiendas posibles. Doblamos por la calle peatonal Florida(3) para comprar un chip del celular y retomamos nuestra avenida principal para entrar al Café Tortoni,(4) uno de los cafés notables y conocidos de Buenos Aires donde Gardel, Jorge Luis Borges y Alfonsina Storni pasaban sus tardes. Lo recorrimos hasta el final, nos tomamos fotos y salimos. Yo moría de la vergüenza (otra vez) por entrar y no consumir nada, pero ella como buena Argentina, llevaba su cabeza bien en alto y nosotros 3, los pollitos, íbamos atrás sin refutarle nada de lo que hacía.
Continuamos paseando hasta arribar a la Av. 9 de Julio, una de las más importantes arterias de la ciudad ubicada en pleno centro; hace parte también de las avenidas más anchas del mundo y fue llamada así en honor a la fecha de declaración de independencia de la República. Por supuesto caminamos por aquí hasta llegar al cruce con la Avenida Corrientes, famosa por sus teatros y porque en su intersección se encuentra el Obelisco(5) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Entramos al Mc Donald's de la esquina para ver el cruce de esta ancha avenida desde arriba.
Al salir del restaurante seguimos derecho por toda la gran 9 de Julio, pasando por el Teatro Colón(6) y llegando hasta la intersección de la Av. Alvear (7). Ahí nos desviamos a la izquierda adentrándonos en el Barrio de la Recoleta, reconocido por su valor histórico y arquitectónico. Este sector de la ciudad se identificó así por los monjes recoletos, pertenecientes a la orden franciscana quienes fundaron en la parte alta de la ciudad su iglesia, cementerio y convento. Alrededor de los años 1800, el sector empezó a poblarse por las familias más adineradas y reconocidas pues se encontraban huyendo de la epidemia del momento. Sabiendo esto se imaginarán la clase de palacios que hay por ahí, muchos ahora convertidos en hoteles; y las casas, algunas transformadas en grandes tiendas de lujo.(8)
Sara, nuestra guía de cabecera, nos hacía entrar a todos los lugares para que viéramos de qué se trataba; recuerdo que decía " vos entrá como si estuvieras alojándote acá o como si fueras a comprar" y yo, ni corta ni perezosa, entré en todos esos lugares solo para ver y reconocer lo maravilloso de cada uno de los sitios que estaba pisando.
Paseamos por los puntos más representativos del barrio: Plaza Francia, El cementerio, la Iglesia del Pilar, el Centro Cultural, (9) los gigantes y antiguos arboles del sector, Hard Rock Café (10), hasta llegar a la Avenida Pueyrredón. Ya para esto eran más o menos las 9:30 pm y Sara nos dice:
-"Bueno chicos, Jorge y yo vivimos acá, ustedes sigan caminando". Abraham y yo nos miramos las caras en lo que Sara continuó...
-"¿Quién tiene el mapa que pedimos en el hotel Hyatt?"
Yo respondo:
-" Yo"
En lo que Sara dice y nos indica:
"Caminan derecho por acá hasta llegar a la Av. Las Heras (11), aquí van todo derecho hasta Plaza Italia y de ahí derecho hasta Godoy Cruz, donde ya creo que se ubican. Son 20 minutos caminando"
Abraham y yo no sabíamos muy bien lo que teníamos que hacer pero la instrucción que nos habían dado no parecía complicada por lo que decidimos seguirla.
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Ya en ese momento me dolían mucho los pies pues había caminado todo el día en sandalias planas (¿Quién sale a conocer una ciudad en Sandalias?, pues yo, Daniela Roa. Creo que a partir de ese día sólo uso tenis jaja)... Mi compañero sudaba mucho por el calor y simplemente íbamos ya cansados uno al lado del otro acompañándonos. Todo iba bien hasta que llegamos a Plaza Italia (12). Este lugar es una especie de rotonda donde se encuentran varias calles y nosotros no sabíamos hacia cual dirección dirigirnos más que "derecho". Pues no nos quedó de otra que abrir el gigante mapa (porque si, era como de 1metro x 1metro) en la mitad de la calle y luego de 5 minutos de consenso decidimos hacía donde ir . Gracias a la vida, tomamos una buena decisión.
Después de 45 minutos (porque eso de 20 minutos fue puro cuento o "chamuyo", como dicen los argentinos, para que siguiéramos caminando) llegamos al lugar donde estaríamos viviendo el primer mes.

Mapa del recorrido realizado
Yo llegué al apartamento casi que muerta, pero más que del cansancio (aunque era bien grande) de la felicidad. Me encontraba feliz de todo lo que me estaba pasando, y además, tenía la disposición de comerme todos los atunes en lata que ya tenía en mi cocina jaja.
Ese día después de darle un vistazo general a lo que era la ciudad no me quedaron dudas de lo grandioso que esos años iban a ser.
Ahora cuéntame tu, ¿Alguna vez has tenido ganas de visitar Buenos Aires o Argentina?, ¿Qué lugar específico de los mencionados, o no, quisieras conocer? o si eres de Argentina, ¿alguna vez le has dado una vuelta con mirada turística a tu ciudad?.
Para mi Buenos Aires es un lugar grandioso, no solo por lo que es, sino por lo que significa para mi luego de tantas vivencias durante 4 años allá.
Déjenme saber todos sus comentarios y dudas con respecto a mi historia o la ciudad. ¡Quiero leerlos!
Con amor,
Daniela
PD: Disculpen algunas de las fotos, muchas borrosas y oscuras, pero son las que tengo de ese día y quiero que la historia sea leal a la realidad.
Después aprendí a sacarlas mejor :)
Yo estuve en Buenos Aires por 3 meses hace unos 6 años y también me gustó mucho! Es una ciudad que nunca duerme, llena de muchas historias y mucha cultura. Y tuve una super guía que me hizo caminar demasiado también, tal vez la conoces! jajaja
Hermoso poder imaginar en cada texto la descripción de aquellos lugares no lo conozco, me encantaría conocerlo y poder vivir esta gran experiencia, me enamoré de Buenos Aires 😍🥰